Nos sentamos a tomar un café con Alejandro Carbel, encantados de poder tener una charla mano a mano con el artista que dará comienzo al año de La Trastienda. Los invitamos a descubrirlo…
Su tono amable y tranquilo no condice su imparable alma creativa. Alejandro es camarógrafo de televisión (con su cámara incursionó en varios ámbitos del espectáculo), músico y artista desde siempre. A los 14 años tomó por primera vez los pinceles y estableció, seguramente sin darse cuenta, el pilar fundamental que rige su vida desde entonces.
Si bien Alejandro estudió en la Escuela Panamericana de Arte y Diseño y en Bellas Artes; y también tomó talleres con Roberto Páez y Anselmo Piccoli, confiesa que es autodidacta. Su curiosidad siempre lo lleva a indagar un poco más y a explorar con pinturas y materiales por igual…
El continuo de su obra manifiesta que estamos frente a un artista de la corriente rioplatense. Si le preguntamos con qué línea se identifica más, nos responde sin dudar que el arte abstracto y el pre colombino hablan en su mismo idioma. Le fascina el arte textil, los cerámicos y las obras creadas por los primeros habitantes de estas tierras americanas. Además, cita a Max Ernst, Paul Klee, Xul Solar, Torres García, Gurvich y Martínez Bojko como sus grandes referentes.
Lo inspira la naturaleza en todas sus manifestaciones, como por ejemplo las piedras. Lo que se lleva de este contacto cobra su propia forma al plasmarse en los lienzos. Para Alejandro todo se transforma, y su arte no es un simple reflejo idéntico de lo externo, sino más bien la manifestación de un proceso personal. Su obra se cierra (y define) al entrar en contacto con las personas del público. Así no más, arte abierto y con sabor a río dulce.
A Alejandro también lo inspira la antropología, los objetos viejos, la madera y los metales, especialmente cuando llegan a sus manos como restos de cosas que alguna vez fueron. Para él, muy amigo de la potencia, simples pedazos de chapa o una cama desarmada pueden convertirse en expresiones con vida. Y por si no fuera inspiración suficiente, no falta la cuota necesaria que aportan sus amigos e hija de 11 años.
Es en sus momentos de ocio cuando surgen las grandes preguntas que lo movilizan a pintar. Se ríe cuando cuenta que su trabajo comienza cuando está aburrido, y comparte que con sus pinceladas responde los interrogantes que se plantea de la vida. Es ahí cuando Alejandro siente que “puede parar la pelota” y observar que pasa adentro y afuera suyo.
En la muestra que inaugurará el viernes 16 de marzo, Alejandro presentará obras de varias etapas de su vida artística, y estará acompañado por el dúo de violín y celo Cuerda Quebrada, compuesto por Marcela Farías y Blas Moreau (músicos de Ricardo Vilca).
En la muestrsa se podrán apreciar pinturas, dibujos y objetos, y esta selección de combinación de obras responden simplemente a un concepto. Para el artista, su trayecto creativo es un movimiento continuo. No cree en las obras fijas ni en lo estático, todo está siempre cambiando como las corrientes del Río de la Plata, excepto una sola cosa: su inagotable búsqueda estética.
¡Los esperamos!
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